Del mismo color que el cabello de esa persona—.
Eso pensé mientras miraba mi mano cubierta de sangre.
Rojo— Cabello rojo carmesí, más brillante que el rubio rojizo.
Sí, el cabello escarlata, largo y hermoso, de aquella persona
es del mismo color que ahora cubre mi mano.
Life 0
Me llamó Hyoudou Isse, aunque mis padres y los de la escuela me dicen "Ise". Soy un estudiante de segundo de secundaria que está experimentando la cúspide de la juventud.
Una vez, un estudiante que ni siquiera conocía dijo: “¿Ese no es Ise?”, así que no tengo muy claro cuánta fama tengo por ahí.
¿Qué si soy popular? Ni de broma. Lo único por lo que me conocen es por ser un pervertido… tanto así que me acusaron de haber espiado los vestidores del club de kendo femenino.
¿Y de verdad creen que haría una cosa tan desvergonzada como espiar en—? Lo admito. Estaba ahí, en la bodega de al lado, tratando de espiar por el hoyo en la pared. Aunque, para mi suerte, no pude ver nada, porque Matsuda y Motohama no se despegaban de él. Eso dos no tienen remedio... Y claro, yo tampoco podía quedarme tranquilo mientras los muy idiotas decían cosas como:
—¡Ohhh, qué tetotas tiene Murayama!
—Ahhh, las piernas de Katase están de lujo.
¡Y qué ganas tenía de mirar! Pero tuve que salir pitando de la escena porque había gente aproximándose.
Aunque, algo muy maravilloso le pasó a un tipo como yo, que cada día hace toda clase de cosas pervertidas.
—Por favor, sal conmigo.
¡La confesión de una chica! Sentí lo que era ser joven.
Para alguien como yo, que no tenía novia, era como un sueño hecho realidad.
Mi novia se llama Amano Yuuma-chan. Tiene el cabello negro sedoso y un cuerpo esbelto. Es tan linda que me enamoré de ella a primera vista. Cualquiera hubiera aceptado al instante si una belleza como ella se te acercara diciendo:
—¡Hyoudou-kun, te amo! Sal conmigo, por fis, ¿sí?
Es como sacado de un sueño para un chico que lleva sin novia tantos años como los que tiene de edad.
No sería de extrañar que alguien dijera: "¿Y de qué juego bishoujo te lo has sacado?", ¡pero pasó de verdad! ¡Un milagro ocurrió con certeza! ¡Se me confesó una chica hermosísima!
En realidad, pensé que era una broma. Incluso llegué a imaginarme muchas veces que se trataba todo de un castigo y que sus amigos nos estaban observando desde algun lugar. No es que pudiera evitarlo. Hasta entonces, siempre había creído que nací siendo un "chico sin suerte para las chicas". Pero desde ese día, me convertí en un "chico con novia". El mundo a mi alrededor cambió. No sé cómo explicarlo, pero mi corazón estaba en paz. Quería gritarle “¡Esta es mi victoria!” a cualquiera que me cruzara. Hasta empecé a sentirme mal por mis dos camaradas, Matsuda y Motohama, que no tenían novia. Así de seguro estaba de mí mismo.
En nuestra primera cita después de empezar a salir, estaba más que listo para ejecutar el plan que había ideado desde hacía tiempo. Fufufu. Me cepillé los dientes miles de veces desde anoche. No olvidé ni un solo paso. Hasta me compré pantalones nuevos... nunca se sabe lo que podría pasar. Llegué al lugar acordado con la actitud de un chico súper virginal... ¡tres horas antes de que Yuna apareciera! Conté hasta cien chicas con gafas que pasaron frente a mí. Mientras esperaba, una persona sospechosa me entregó un panfleto raro. Tenía un círculo mágico dibujado y una frase escrita:
«¡Tu sueño se hará realidad!»
Quería tirarlo, pero mejor lo guarde en el bolsillo ya que no podía en ese momento.
Cuando Yuuma-chan llegó dije:
—Descuida, acabo de llegar también.
¡Un éxito rotundo! ¡Logré decirlo! ¡Siempre quise decir eso!
Y luego caminamos tomados de la mano. Estaba muy conmovido. ¡Tener una cita tomados de la mano con mi hermosa novia! Estaba tan, pero tan conmovido, que hasta se me saltaban las lágrimas. No debía apresurar las cosas. Aún no era momento de entrar en pánico.
Después de eso disfrutamos nuestra cita, yendo a una tienda de ropa para mirar las decoraciones para nuestras habitaciones. Para el almuerzo, comimos en un restaurante familiar como lo haría cualquier estudiante normal de secundaria, y Yuuma-chan saboreaba su parfait de chocolate con deleite. Sentía el estómago lleno solo de mirarla. Sí, sentí como si comprendiera cómo se sentián los demás adolescentes cuando salían en una cita. Sentí como si estuviera vivo por primera vez. Mamá, gracias por darme a luz. Papá, me preocupaba no poder seguir con el linaje familiar, pero parece que tus preocupaciones eran infundadas.
Mientras pensaba en todo ese tipo de cosas llegó la tarde. Era el clímax! ¡¿Un beso?! ¡¿Un beso antes de irse a casa?! Me emocionaba solo de pensarlo. ¡O puede que fuéramos aún más lejos! Esos eran los pensamientos de un estudiante de secundaria calenturiento como yo.
Estamos en el parque lejos del pueblo. No hay ni rastro de personas, salvo nosotros. Debido a eso, mis imaginaciones eróticas comenzaron a salir a flote. ¡Debí haber leído un libro que te enseña a hacer cosas incluso más pervertidas!
Yuuma-chan ya me había soltado de la mano y estaba de pie frente a la fuente.
—Sí que fue divertido hoy —sonrió Yuuma-chan con la imagen de la fuente tras de sí.
¡Kuu!
Carajo, qué linda.
La puesta de sol tras su espalda le daba una buena atmósfera.
—Oye, Ise-kun.
—¿Qué pasa, Yuuma-chan?
—Hay algo que quiero celebrar por nuestra primera cita. ¿Puedes escuchar mi deseo?
¡Oh, sí! ¡Ya llegó! ¡Este es el momento! ¡Debe serlo! ¿El aliento me huele bien? ¡Comprobado! ¡Mi preparación mental! ¡Mmm! ¡El corazón me late rapidísimo~!
—¿C-Cuál es tu deseo?
Aaaaghh. ¡Mi voz es muy grave, se dará cuenta de las cosas estúpidas en que estoy pensando! Pero qué metida de pata, con lo lejos que había llegado...
Pero Yuuma-chan solo me sonrió, y luego me dijo claramente:
—¿Morirías por mí?
¿Eh? ¿Qué cosa?
—¿Eh...? Eso... eh, lo siento, ¿me lo podrías repetir? Creo que hay algo mal con mis oídos.
"Debí haber escuchado mal", pensé. Eso será, así que volví a preguntárselo, pero...
—¿Morirías por mí?
Me lo vuelve a repetir con claridad mientras se rié. Sus palabras no tienen sentido. Aunque, en el momento en que pienso decirle "Qué gracioso, Yuuma-chan" con una sonrisa...
¡Fshh! Alas negras brotan de su espalda, y entonces empieza a batirlas. Las alas negras flotan en el aire y aterrizan en mis pies.
¿Qué está pasando? Sí, Yuuma-chan es linda como un ángel, pero...
¿Ángel? No, no puede ser real, ¿será algún tipo de actuación? Mi hermosa novia, que bate sus alas mientras el sol se pone tras de ella. Parece la escena de una historia de fantasía. Pero no hay manera de que pueda creer en algo así. Sus lindos ojos se tornan en unos fríos y aterradores.
—Fue divertido, el poco tiempo que pasé contigo. Fue como jugar a la casita con un niño.
La voz de Yuuma suena gélida, sin emociones. Su tono es como el de un adulto. Su boca se forma en una sonrisa vacía.
Bzzzzz.
Un sónido, más fuerte que el ruido de una consola de videojuegos, vibra en el aire. El fuerte zumbido se materializa en sus manos: parece una lanza. ¿Brilla? Luce como un cúmulo de luz o algo así... Sí, en efecto, es una lanza.
Hyu. El sonido del viento, y luego otro asqueroso que lo precede. ¡DON!
Sentí un leve roce en el estómago… y de pronto, la lanza de Yuuma-chan me había atravesado.
Me la había lanzado.
Pero en lugar de eso… ¿por qué? Traté de sacar la lanza, pero esta desaparecía. Solo quedó un gran hueco en mi estómago, y la sangre que no dejaba de salir de él. Sangre, sangre. Sentí que me mareaba, la vista se me nublaba. Cuando caí en cuenta ya estaba en el suelo y mis piernas ya no me aguantaban. Las pisadas se acercan mientras estoy tirado. Una voz débil y lejana me llega. Es Yuuma-chan.
—Lo siento. Eras una amenaza para nosotros, así que decidimos eliminarte cuanto antes. Si deseas guardar algún rencor, entonces odia al Dios que puso el Sacred Gear dentro de ti.
¿El Sacred qué...?
Ni siquiera puedo preguntárselo en el estado en el que estoy. Sus pisadas se alejan de mí. Y, al mismo tiempo, empiezo a perder la consciencia. El hueco en mi estómago... debe ser fatal, ni siento dolor. Pero lo que delata mi grave condición es que siento que estoy apunto de perder la consciencia. Debe sentirse bien perder la consciencia ahora mismo, como si te quedaras dormido, pero si eso ocurre, ciertamente moriré.
¿Hablas en serio...? ¿Voy a morir a esta edad?
¡Ni siquiera he vivido la mitad de mi vida! ¿Cómo se supone que me ría si estoy muriendo porque mi novia me apuñaló en este parque todo raro?
Ku... Mi consciencia comenzó a desvanecerse mientras pensaba en eso... Siento que muchas cosas dentro de mí desaparecen...
Oh, sí, me pregunto que pasará mañana en la escuela. ¿Matsuda y Motohama estarán conmocionados? ¿Llorarán por mí? No, claro que no, no lo harán...
Mamá, papá... Aún no he hecho nada para hacerlos sentir orgullosos como su hijo… Más bien… no va a ser nada gracioso si, después de mi muerte, encuentran esas revistas porno que escondía en secreto…
¿Por qué demonios estoy pensando en esas cosas cuando estoy apunto de morir...?
Todavía... puedo mover las manos. Toco mi estómago y las pongo frente a mí. Es rojo... rojo carmesí. Esta es mi sangre, mi mano está toda roja. Toda esta es mi sangre.
Y luego se me viene ella a la mente. La que me imagino es esa chica: la hermosura del pelo carmesí. Cada vez que la veía, mis ojos eran atraídos hacia su melena rojiza.
Si es que voy a morir, desearía poder estar en los brazos de una chica tan hermosa como ella... Comienzo a creer que le estoy poniendo los cuernos a mi novia Yuuma-chan por tener esa clase de pensamientos. Aguarda un momento, pero si ella me ha matado...
Si voy a morir, quiero hacerlo tras apretujar las tetas de Yuuma-chan...
Jajaja, mis ilusiones pervertidas no paran ni cuando estoy apunto de morir...
Ahhhh, mi visión se empieza nublar... ¿De verdad este es mi fin? Carajo, pero qué vida tan aburrida... Si fuera a renacer, desearía ser...
—Así que tú me has llamado.
De repente, alguien aparece frente a mí y me llama, pero no puedo distinguir quién es porque veo todo borroso.
—Parece que te estás muriendo. Tu herida… oh, vaya, parece que algo interesante te está ocurriendo. Así que eras tú… Esto sí que es interesante.
Ella se ríe como si hubiera encontrado algo divertido. Me pregunto qué es lo que le causa tanta gracia…
—Si estás muriendo, entonces yo la tomaré. Tu vida, quiero decir. A partir de ahora, vivirás para mí.
Antes de perder el conocimiento, vi una brillante cabellera carmesí frente a mí.
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Traducción: Mitake Miyao.